Sobre ERDE

ERDE nace de un sueño profundo, un deseo sembrado con el tiempo y cultivado con las manos, el corazón y el fuego del oficio. Es más que un taller de joyería: es un lugar donde la creación se convierte en encuentro, donde cada persona puede venir a imaginar y dar forma a su propia joya, con significado, intención y alma.

Detrás de ERDE está Laia Altadill Roig, artesana joyera que lleva años formándose y trabajando en el mundo de la orfebrería. Su recorrido ha sido una búsqueda constante: aprender el lenguaje del metal, dominar las técnicas, y sobre todo, escuchar lo que cada joya quiere decir. ERDE es el fruto de esa búsqueda. Un proyecto personal y de vida que une la tradición del oficio con la sensibilidad de quien crea para tocar el alma de los demás.

El taller ERDE crece desde ese impulso: crear desde lo auténtico y acompañar a cada persona en el proceso de diseñar algo único, algo que hable de su historia, de sus vínculos o de su esencia. Es un espacio de conexión, donde el arte de la joyería se transforma en un puente entre la materia y la emoción.

Aquí, cada joya tiene voz. Cada cliente es parte del proceso. Y cada pieza nace con la intención de perdurar, no solo en el tiempo, sino en la memoria.

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